Daniel Gauna: "Nos falta más amor y menos miedo por parte de la sociedad".
Daniel Gauna es uno de los representantes nacionales de la Red Argentina Jóvenes y Adolescentes Positivos (RAJAP). Esta organización, intenta gener conciencia sobre la prevención, tratamiento y solidaridad, no sólo en aquellas personas VIH positivas, sino también a toda la sociedad en su conjunto. Para escuchar la entrevista completa hace click aquí.
¿Cómo nace la Red Argentina Jóvenes y Adolescentes Positivos y cuál fue la experiencia personal que te llevó a formar parte de ella?
Nace hace 5 años desde que un grupo de jóvenes, la mayoría de transición vertical, en la adolescencia se dan cuenta de que los grupos existentes no se hacían las mismas preguntas que se hacía un pibe. No tenían los mismos problemas: salir con una persona, contárselo a un amigo. La realidad es otra por la edad y nuestras vivencias. Así empezó la organización y se funda la red. Desde que llegué a la red me cambió mucho la situación sobre el diagnóstico. Cuando lo recibí lo primero que pensé es que iba a dejar de estudiar, de trabajar y que me quedaban meses de vida. Entrar a la red y ver personas que tienen 25 años viviendo con el virus y yo quejándome porque lo tengo hace tres meses, entonces se te van un monton de miedos.
¿Cómo evaluás el diseño del Sistema de Salud para los ciudadanos que se enfrentan tanto al VIH como al SIDA?
A título personal, te puedo decir que el sistema de salud es nuestro primer enemigo. Existe una falta de información y sobre todo el maltrato que recibimos de los servicios de salud. Hay especialistas que por el sólo hecho de enterarse que tenemos VIH no nos quieren atender. En Buenos Aires hay una Clínica Odontológica especializada en VIH, entonces cuando nos acercamos a algunos de ellos tratamos de concientizarlos. Diariamente tenemos que estar informando la forma en la que nos tienen que tratar.
Existen muchos mitos inclusive por parte de muchos jóvenes que crecimos en familias más conservadoras o con poca información e hijos de una escuela pública con conceptos desactualizados sobre esta problemática, donde para muchos la homosexualidad se constituye como el sector de mayor riesgo y en realidad los estudios indican otra cosa, ¿Qué lectura hacen al respecto?
El tabú principal es el sexo y que la gente siga teniendo sexo. El tema es que ahora el Boletín Oficial de la Dirección Nacional de Sida nos muestra la realidad de que las transmisiones que se dan en los últimos años son paralelas a las que se dan en relaciones homosexuales con las heterosexuales. Además, aumentó un 50% la transición del virus en mujeres heterosexuales casadas con hombres heterosexuales. Ya dejó de ser la Peste Rosa como se venía asociando hace tiempo, para estar presente en cualquier lado.
¿Cómo es la reacción primero de tu familia y de la sociedad que está en contacto permanente con vos, cuando se enteran de que sos portador del virus?
Primera aclaración, nosotros somos personas que vivimos con VIH, no somos portadores del virus. Portar se puede portar un celular, un llavero; al celular yo lo porto, lo suelto y lo dejo. Yo por ahora al VIH no lo puedo soltar. Tenemos que empezar a utilizar la terminología sensible y correcta para que no nos duela. Volviendo a la pregunta, la respuesta de mi familia fue realmente positiva. A penas se enteró mi mamá lo primero que quería hacer era salir a militar por el VIH y se puso como mi bandera al pecho. Eso es lo que nos falta un poco de nuestras familias y de la sociedad en general, un poco más de amor y menos miedo.
Ustedes estaban trabajando sobre la Ley Nacional de Sida ¿Cuáles son las críticas y las reformas que ustedes plantean al respecto?
La discusión la venimos teniendo hace unas semanas con organizaciones y personas que conviven con el VIH y hoy la discusión fue con el mismo Ministerio de Salud, la sociedad científica y organizaciones que trabajan con VIH, pero que no tienen VIH. La asistencia desde el Estado para las personas que vivimos con VIH desde psicológica, en lo social, en la educación en lo laboral, son los temas principales. Nosotros exigimos que no se pida más el test de VIH preocupacional y que se cree un observatorio sobre lenguaje en los medios sobre el estigma de la discriminación y el vocabulario que manejan los medios sobre el VIH.
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